Asistente al Taller de Explorando los Sentidos, Centro Nutopia. 7 de Julio de 2017.

Todavía recuerdo cuando subí con mi ensaimada al Taller de Marian. Allí estaba el grupo y Pluma se lanzó sobre mí para reclamar un trozo de bollo. La gran decepción vino cuando se acabó la ensaimada y Pluma perdió todo su interés en mí y me abandonó, yéndose a otro rincón de la sala.

Ahí empezó mi run-run. «¿Qué le pasará a la perra?», «Si a mí se me dan genial los animales», etc.

Marian observaba y nos daba material de trabajo, nos dejó experimentar y descubrir, siempre atenta a lo que nos sucedía, a lo que se iba dando en el
grupo. ¡Qué maravilla! Me di cuenta que me había concentrado en mí, en mis experiencias, en las dinámicas que Marian proponía… estaba conmigo, disfrutando del taller.

Llegó el momento de poner en palabras la experiencia, lo que nos estaba pasando. Con gran sutileza, maestría y firmeza fue haciendo devoluciones a cada uno de nosotros.

Este fue mi regalo:

Cuando estoy conectada conmigo y me transparento desde mi esencia, Pluma (el mundo) me ve, se acerca, me acompaña, me corresponde y me acoge.

Si juego al despiste, sobreactúo, me desconecto de mi autenticidad, Pluma (el mundo) me ignora no soy visible. Eso me hace sufrir.

Poder verlo de manera tan sencilla, a través de un mágico baile de equipo entre ellas dos ha sido un regalo, un privilegio.

¡Gracias chicas, sois muy especiales!

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